Proyectos

LLAMADO A PRESENTACION DE PERFILES DE PROYECTOS DE DESARROLLO COMUNITARIO

El Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP-FMAM-PNUD) anuncia a las Organizaciones Sin Fines de Lucro (ASFL) y Organizaciones Comunitarias de Base (OCB) la apertura de la Convocatoria para recepción de perfiles de proyectos comunitarios, destinado al manejo y conservación de la biodiversidad (áreas protegidas, ecoturismo, conservación de la vida silvestre, apicultura, manejo sostenible de bosque); Reducción de la Degradación de Tierras (agricultura sostenible, manejo de cuenca, reforestación, agroforestería, producción orgánica, manejo forestal); Uso de Fuentes de Energías Renovables (solar, hidroeléctricas, eólica, producción de biogás), Protección de Fuentes Acuíferas de importancia internacional, Gestión de desechos sólidos y plásticos  y manejo de Contaminantes químicos.

El monto máximo para financiar por proyecto será el equivalente en pesos de 50 mil dólares; debiendo proponer una contrapartida en efectivo y especie igual o superior al monto solicitado.

 Los perfiles de proyectos deberán ser enviados a más tardar el viernes 05 de Agosto del 2022, a través del correo electrónico noris.araujo@undp.org; o de manera física en las oficinas ubicada en la Calle: Juan Sánchez Ramírez No. 32, Edificio de aulas de Posgrado de la UASD,  2do. Nivel, Gazcue, Santo Domingo, República Dominicana.

Para obtener los formularios favor solicitarlo al correo  noris.araujo@undp.org

Para cualquier información adicional se podrá comunicar los tels . 809-682-4566 ó Whatsapp 809-966-9949

Sabana Yegua Viejo, una comunidad que se enrumba hacia un Desarrollo Local Sostenible.


Padre Las Casas, Azua.  02 de agosto 2021. Con la presencia del Presidente de la República Dominicana, el Lic.  Luis Abinader Corona, se dejó inaugurado el Nature Village, primera comunidad autosostenible en Sabana Yegua Viejo, Azua, cuyo proyecto tuvo una inversión de 1.3 millones de dólares, beneficiando a más de 250 personas.

Esta iniciativa, promovida por Nature Power Foundation, se desarrolló con cinco componentes. El primero fue la construcción de una planta solar fotovoltaica de 45 kW, la cual suministra energía limpia a cada uno de los 50 hogares que componen la comunidad, así como las instalaciones comunales y públicas.  El segundo componente consistió en la construcción de un acueducto con una capacidad de almacenamiento de 10 mil galones, el cual suministra agua potable a toda la comunidad. El tercer componente de la iniciativa estuvo relacionado con el mejoramiento y/o sustitución de las viviendas, para que respondieran a los criterios de mayor confort, resistencia, seguridad y ecoamigabilidad, puesto que para la construcción de las paredes se aprovecharon plásticos reciclados. El cuarto componente estuvo orientado a la puesta en marcha de un módulo de producción de peces, con una capacidad de más de 10 mil libras por cosecha, para lo cual se utilizan aireadores solares para mantener los niveles apropiados de oxígeno en el agua. Finalmente, el quinto componentes consistió en la creación de una cooperativa, que tiene la responsabilidad de la administración, el cobro de la electricidad, el mantenimiento de la planta solar fotovoltaica, así como de la gestión sostenible de la piscifactoría y el acueducto.

Con la puesta en marcha de este proyecto se apuesta al fortalecimiento de los jóvenes de la comunidad, fundamentando las acciones en la compresión de la problemática ambiental vinculada con el cambio climático y en la generación de medios de vida sostenible en la propia comunidad.

Nature Power Foundation, como institución responsable, puso énfasis en el potencial que tienen las alianzas hacia el proceso de transformación que está viviendo la comunidad de Sabana Yegua Viejo. En efecto, para el alcance de las metas, se gestionó apoyo de diferentes entidades, entre las cuales: el BID Lab; el PNUD, a través del Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP-FMAM); Altice Dominicana, mediante la plataforma de Internet de Alta Velocidad; Huawei, a través del despliegue de la conectividad a las viviendas y servicios comunes; la Fundación para el Desarrollo de Azua, San Juan y Elías Piña (FUNDASEP); la Embajada de Alemania en la República Dominicana; donantes de fundaciones en Estados Unidos y Europa; JTI Foundation; Hábitat para la Humanidad; Banreservas; Coopera Banreservas y Voluntariado Banreservas; Ministerio de Agricultura; CODOPESCA; SIUBEN; Ministerio de Energía y Minas; Fondo de Canadá para Iniciativas Locales; GIZ; Ayuntamiento de Padre las Casas en la Provincia de Azua; Fundación Propagas; Propagas; ADEMI; Publicitaria Contacto y donantes individuales.

Nature Village Sabana Yegua Viejo es un modelo que hace énfasis en el aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica para diferentes usos y nos muestra todo lo que se puede alcanzar cuando se trabaja unidos, avanzando en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mediante el empoderamiento de las comunidades locales, a partir de un mayor bienestar y la inclusión en un medio ambiente más sano.

Inauguración del proyecto Natural Village de Sabana Yegua Viejo

En nombre de la Comunidad , NPF, PPS/PNUD les invitamos a que nos acompañen en la Inauguración del proyecto Natural Village de Sabana Yegua Viejo, en el Municipio de Padre Las Casas, Provincia Azua

LLAMADO A PRESENTACION DE PERFILES DE PROYECTOS

El Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP-FMAM-PNUD) anuncia a las Organizaciones Sin Fines de Lucro (ASFL) y Organizaciones Comunitarias de Base (OCB) la apertura de la Convocatoria para recepción de perfiles de proyectos comunitarios, destinado al manejo y conservación de la biodiversidad (áreas protegidas, ecoturismo, conservación de la vida silvestre, apicultura, manejo sostenible de bosque); Reducción de la Degradación de Tierras (agricultura sostenible, manejo de cuenca, reforestación, agroforestería, producción orgánica, manejo forestal); Uso de Fuentes de Energías Renovables (solar, hidroeléctricas, eólica, producción de biogás), Protección de Fuentes Acuíferas de importancia internacional y manejo de Contaminantes químicos.

El monto máximo para financiar por proyecto será el equivalente en pesos de 50 mil dólares; debiendo proponer una contrapartida en efectivo y especie igual o superior al monto solicitado.

 Los perfiles de proyectos deberán ser enviados a más tardar el viernes 23 de mayo del 2021, a través del correo electrónico ppsdom@www.ppsdom.org;  o de manera física en las oficinas ubicada en la Calle: Juan Sánchez Ramírez No. 32, Edificio de aulas de  Posgrado de la UASD,  2do. Nivel, Gazcue, Santo Domingo, República Dominicana.

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Para obtener los formularios favor solicitarlo al correo ppsdom@www.ppsdom.org

Para cualquier información adicional se podrá comunicar los tels . 809-682-2305 y 809-682-4566

GUAKIA AMBIENTE Y SERVICIO GEOLÓGICO NACIONAL ESTABLECEN ACUERDO DE COLABORACIÓN

El pasado día 21 de febrero de 2020 Guakía Ambiente formalizó un acuerdo de colaboración con el Servicio Geológico Nacional (SGN), con el objetivo de establecer las bases de una mutua colaboración para la realización de actividades académicas, formativas y de fomento del desarrollo local.

La actividad estuvo presidida por el Director del SGN, el Dr. Santiago Muñoz, la Directora Ejecutiva de Guakía Ambiente, la Dra. Michela Izzo. Contó con la participación del Coordinador Nacional del Programa de Pequeños Subsidios (PPS-SGP/FMAM/PNUD), el Ing. Alberto Sánchez, y personal de ambas entidades.

Entre las acciones que serán impulsadas en el marco del acuerdo están: investigación científica; programas formativos; intercambios de datos y material técnico-científico; producción de publicaciones científicas; programas de becas; estudios técnicos; apoyo técnico a comunidades locales.

Propuesta para Revisión y Sistematización de proyectos

El Programa de Pequeños Subsidios del FMAM República Dominicana, tiene a bien solicitar a Organizaciones Sin Fines de Lucro, la presentación de propuesta para la Revisión y Sistematización de ocho proyectos de Adaptación a Cambio Climático Basado en la Comunidad en pequeños Estados Insulares, que fueron apoyados en el período del 2013 al 2018.  Para mayores detalles y presentación de la propuesta, favor revisar el documento anexo. 

La convocatoria abre hoy 20 de noviembre de 2019 y permanecerá abierta hasta el 2 de diciembre de 2019 hasta las 11:59pm

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Comunidades del Bahoruco Oriental se benefician del programa de Gas Rural

Paraíso, Barahona, 23 de
agosto de 2019.- Cerca de 20 comunidades y más de 300 familias ubicadas en la cuenca media y alta del Río Nizaito, han sido beneficiadas con la puesta en operación de la 24ava eco estación amigable, con el propósito de que las familias dispongan de un sistema seguro y limpio para la cocción de los alimentos, al tiempo de reducir la presión sobre los recursos naturales, especialmente del bosque, el cual es la principal fuente de combustible.

Esta iniciativa es producto de una alianza Público-Privada y de Cooperación Internacional que involucra a la Fundación Propagas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través del Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP-FMAM), Guakía Ambiente, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como las comunidades focales del proyecto.

La fundación Propagas impartió diversos talleres de sensibilización. Por una parte, se habló de la importancia del cuidado del medio ambiente y la conservación de la zona y se destacaron los efectos negativos del uso de la leña sobre la salud y el medio ambiente. Por otra parte, se habló del manejo adecuado del GLP, temas de seguridad, el uso de los tanques y las estufas y prevención de riesgos.


Con esta iniciativa, de la estación móvil ecoamigable de Gas Rural, cada familia recibió una estufa y un tanque de gas lleno. Cada 25 días acudirá un camión a tres puntos diferentes del territorio, dónde las personas podrán acudir a recargar sus tanques a la mitad del precio establecido en ese momento para el GLP. Esta acción facilitará que todas las familias puedan utilizar el gas GLP para la cocción de los alimentos, a un costo asequible, traduciéndose en un ahorro significativo y en una mejora de las condiciones de vida.


De igual manera, se apoyarán los esfuerzos por la conservación de los recursos naturales, donde las comunidades beneficiarias han estado a la vanguardia, con la reducción de la tala de árboles en la zona y la concienciación sobre la importancia de la conservación de los bosques y el cuidado del medio ambiente.

En el acto participaron la señora Rosa Margarita Bonetti de Santana, presidenta de la Fundación Propagas, y el Teniente General, Rubén D. Paulino Sem, ERD, Ministro de Defensa, la Sra. Inka Mattila, Representante Residente del PNUD, el Sr. Alberto Sánchez, Coordinador del PPS, la Sra. Lissete Fernández, directora de la Fundación Propagas, y los Señores Heriberto Cuevas y Niningo, en representación de las comunidades beneficiarias.

Elías Piña ya tiene una central micro hidroeléctrica

Más de 1,500 personas recibirán los beneficios de esta obra que suma al sistema energético 75 kilovatios

Pedro Santana, Elías Piña

Luego de más de cinco años de intensos trabajos, la comunidad de Guayajayuco, ubicada en la misma línea fronteriza con Haití entre los municipios de Restauración y Pedro Santana, puso en operación la micro central hidroeléctrica comunitaria Guayajayuco, que beneficiará a más de 200 familias, un centro médico de atención primaria, escuelas básicas y secundarias, así como centros comunales y puestos militares.

Esta micro central hidroeléctrica tiene una capacidad de generación de 75 kilovatios, con una inversión aproximada de RD$60,500,000.

Para la construcción del proyecto hidroeléctrico, se aprovecharon las aguas del río Vallecito, que aporta al sistema 2,500 galones por minuto y un salto de 75 metros. El sistema consta de una línea de conducción de agua de 1,700 metros, con tubería de PVC y de hierro de 16 y 12 pulgadas. Además, utiliza un equipo de generación de Tipo Pelton sincronizado. Para la obra fue necesaria la instalación de redes eléctricas trifásicas de 10.5 kilómetros de longitud de media y baja tensión, así como las instalaciones domésticas de cada uno de los usuarios.

Con la puesta en marcha de esta central se apuesta a dar cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente el ODS número seis sobre “Agua Limpia y saneamiento”, y el ODS número siete sobre “Energía Asequible y no contaminante”,  a más de 1,500 personas que viven en esta comunidad, ya que con el acceso a la electricidad con una fuente de energía limpia autogestionada, se está contribuyendo al mejoramiento de la educación, la salud, la seguridad alimentaria, las viviendas, la equidad de género, así como la reducción de las amenazas de cambio climático.

En esta iniciativa trabajaron la Unidad de Electrificación Rural y Sub-Urbana (UERS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Fundación Popular, el Fondo MARENA, Guakía Ambiente, la Red Dominicana para el Desarrollo Sostenible de las Energías Renovables (Redser) y la Comunidad de Guayajayuco. 

“LA SOSTENIBILIDAD SÍ ES UNA CUESTIÓN SOCIAL”

Un buen ejemplo del impacto del Programa de Pequeños Subsidios (PPS) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) es el cambio registrado en la calidad de vida en la comunidad El Recodo, en Padre Las Casas (Azua), luego de que fuera instalada la hidroeléctrica en la parte alta del río Las Cuevas en 2009. “Cuando llegué en el 2007 por primera vez para trabajar el estudio me chocó mucho que fuera una comunidad extremadamente pobre y muy dependiente de donaciones externas y además no tenía un tejido social fuerte, pues había sido reconstruida después de 1998, porque el ciclón George destruyó todas las casas”, explica Michela Izzo, directora ejecutiva de la fundación Guakía Ambiente, socia local del PPS. Con la contribución de una iglesia, lograron construir casitas con paredes de cemento, pero solo lo esencial. “Volví en 2011 y ahora en el 2018, hace unas semanas, después de siete años, y me impresionó el impacto que ha tenido el proyecto. De 92 familias que había en 2009, ahora son más de 190 y de estas 160 están conectadas al sistema eléctrico, manejándose con menos de 10 kilovatios de electricidad”. Izzo destaca la regla que implementan para tener luz 24 horas al día. “Tienen un programa. Como son 160 familias conectadas con 10 kilovatios, a las 6:00 de la tarde todo el mundo desconecta la nevera y la vuelven a conectar a las 11:00 de la noche; de esta manera nunca tienen apagones”. La comunidad contactó nuevamente a Michela porque quieren explorar otras fuentes de energía limpia para ampliar el sistema. “Después de la electrificación, de tener una escuela que llegaba a octavo de primaria ahora tienen un liceo con 300 estudiantes, una clínica rural y solicitudes de más familias que están regresando a la comunidad”.
Enlace con la comunidad Como institución,Guakía Ambiente se creó en 2008 como soporte del PPS a nivel local, un acuerdo de colaboración que permite canalizar los fondos para las comunidades. “Surgió porque creemos que el modelo propuesto por el PPS funciona y es sostenible. Nos dijimos que tenemos que buscar un mecanismo para replicarlo y fortalecerlo, para que las acciones de ese tipo no dependan solo y exclusivamente de decisiones internacionales”. Si el FMAMGEF decide parar, dice Izzo, ¿el programa no va a seguir? “Si las acciones son positivas, lo ideal sería que más actores puedan seguir implementándola sin tener la exclusividad”.

Generar un proceso de desarrollo a partir de una necesidad real

¿Cómo eligen a las comunidades? Todo parte de un esquema que de acuerdo con Izzo es el modelo de desarrollo sostenible. “El punto de partida es una necesidad expresada directamente por la comunidad: es ella la que tiene que moverse porque es impulsada por una necesidad real y a partir de ahí encontrar actores que pueden canalizar recursos y energía de una forma organizada para resolver esa necesidad y a partir de esa necesidad generar un proceso de desarrollo”. El fondo semilla de cada proyecto, de hasta 50,000 dólares, se obtiene a través del PPS. Izzo afirma que esa es la garantía de que hay un dinero comprometido que sirve para pagar por lo menos la primera cuota del sistema de generación de energía, porque en algunos casos no es suficiente. Las comunidades no tienen
por qué ser las más pobres o alejadas. Lo importante es que sean grupos organizados y que estén dispuestos a asumir la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad del proyecto.
¿Dificultades? Para la consultora y docente universitaria, la principal dificultad que enfrentan en las comunidades no es una dificultad técnica, porque los proyectos se ejecutan y son exitosos. “Pero la sostenibilidad sí es una cuestión social: qué tan bueno eres para acompañar a la comunidad en superar sus barreras sociales. Y una de las barreras sociales principales es luchar en contra del paternalismo que, lamentablemente, es una herencia de años y años y no se puede pretender eliminar de un día para otro”. Sostiene que todavía a nivel de comunidades y en términos de enfrentar la pobreza “estamos trabajando con esquemas ‘balagueristas’, en términos de asistencialismo, de donación, que al final amarra a la gente y no le deja desarrollarse de una forma creativa como ciudadanos activos en el Estado”. Una parte importante del programa, por ejemplo, es el establecimiento de un sistema de manejo de la hidroeléctrica autónomo, tanto técnico como administrativo. “Ellos establecen un comité de administración de la hidroeléctrica y tienen que establecer su propio sistema de cobro…”.

 

PERFIL.  Michela es licenciada en Ciencias Ambientales con maestría en Ingeniería del Viento. Para su doctorado en Medio Ambiente y Territorio trabajó la tesis “Análisis del clima y sus dinámicas en la República Dominicana e influencias sobre el territorio”. En el país, acompaña procesos de desarrollo con enfoque comunitario participativo, especialmente en el área de energías renovables.  En la imagen, la bióloga dominicana Yvonne Arias y Michela Izzo (d) en el Encuentro Verde, una iniciativa del Listín Diario y la fundación Propagás.

Modelos reales de sostenibilidad y participación local

https://listindiario.com/vida-verde/2018/11/29/543646/modelos-reales-de-sostenibilidad-y-participacion-local

Las microhidroeléctricas impulsan en muchas comunidades la responsabilidad ambiental y el estímulo inicial para promover “modelos más apropiados de empoderamiento y participación ciudadana”.

 
   
 
Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
Santo Domingo

Para entender el impacto social del trabajo que realiza Michela Izzo y la fundación Guakía Ambiente en las comunidades rurales dominicanas imagina que ves un bombillo encenderse y alumbrar tu casa por primera vez; o que contemplas, también por primera vez, las imágenes que aparecen en la pantalla de un televisor.

Piensa que el dolor y los callos de tus manos desaparecerán porque ahora puedes conectar una lavadora y no tendrás que lavar a mano la ropa de toda la familia; que cuentas con energía limpia las 24 horas y que entiendes, a partir de la experiencia, qué significa la palabra ‘sostenibilidad’.

Desde la fundación, la especialista en medio ambiente colabora con el Programa de Pequeños Subsidios (PPS) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A través de este proyecto, más de cinco mil familias dominicanas forman parte del sistema de electrificación rural gracias a la construcción de pequeñas hidroeléctricas que aprovechan la energía renovable local.

Esa construcción, sin embargo, es para Michela apenas la chispa de una cultura hacia la responsabilidad ambiental y la participación ciudadana.

“Es importante resaltar el modelo de sostenibilidad que está detrás de esos tipos de proyectos porque el acceso al servicio eléctrico es solamente el primer paso para trabajar un proceso de desarrollo que está fundamentado en el empoderamiento y la participación local;  y eso es, digamos, el beneficio mayor que se puede alcanzar”, dijo Izzo durante su participación en el Encuentro Verde de Listín Diario.

EL CASO DE EL RECODO

Un buen ejemplo del impacto del Programa de Pequeños Subsidios (PPS) es el cambio registrado en la calidad de vida en la comunidad El Recodo, en Padre Las Casas (Azua), luego de que fuera instalada la central hidroeléctrica en la parte alta del río Las Cuevas en 2009.

“Cuando llegué en el 2007 por primera vez para trabajar el estudio me chocó mucho que fuera una comunidad extremadamente pobre y muy dependiente de donaciones externas y además no tenía un tejido social fuerte, pues había sido reconstruida después de  1998, porque el ciclón George destruyó todas las casas”, explica Michela Izzo, directora ejecutiva de la fundación Guakía Ambiente, socia local del PPS.

Con la contribución de una iglesia, lograron construir casitas con paredes de cemento, pero solo lo esencial.

“Volví en 2011 y ahora en el 2018, hace unas semanas, después de siete años, y me impresionó el impacto que ha tenido el proyecto. De 92 familias que había en 2009, ahora son más de 190 y de estas 160 están conectadas al sistema eléctrico, manejándose con menos de 10 kilovatios de electricidad”.  

Izzo destaca la regla que implementan para tener luz 24 horas al día.

“Tienen un programa. Como son 160 familias conectadas con 10 kilovatios, a las 6:00 de la tarde todo el mundo desconecta la nevera y la vuelven a conectar a las 11:00 de la noche; de esta manera nunca tienen apagones”. 

La comunidad contactó nuevamente a Michela porque quieren explorar otras fuentes de energía limpia para ampliar el sistema.

“Después de la electrificación, de tener una escuela que llegaba a octavo de primaria ahora tienen un liceo con 300 estudiantes, una clínica rural y solicitudes de más familias que están regresando a la comunidad”.


En la foto, todo cambió en la comunidad Piedra de Los Veganos (Bonao, provincia Monseñor Nouel) con la llegada de la electricidad. ©Wakía Ambiente

LA VIDA, LA COMUNIDAD Y LAS FACILIDADES CAMBIAN

Con la llegada de la electricidad a la comunidad, “cuando tú ves los calabacitos prendidos”, la vida cambia totalmente, dice doña Tita, vecina de un paraje de Piedra Blanca.

Cambia primero la higiene de la casa, explica Michela Izzo, porque ya no tienen que alumbrarse con cuaba, gas o querosén.

“Cuando vas a una comunidad después de tres o cuatro años de estar funcionando el sistema ves un cuidado diferente para su entorno comunitario y su ambiente doméstico. No ves basura en la calle y hay un acceso a facilidades domésticas a las cuales todo el mundo se acostumbra, como la lavadora, porque las mujeres lavan pilas de ropa a mano”.

Izzo expresa que actualmente tratan de impulsar el uso productivo de la electricidad.

“Hay comunidades que ya viajan prácticamente solas, que tienen empresas ecoturísticas que se alimentan con la electricidad, y que tienen fondos comunitarios de más de un millón de pesos, manejados directamente por ellos, que lo están gestionando para préstamos locales. ¿Y sabes qué tienen como garantía? Que les prestan solo a los usuarios del sistema eléctrico, porque si no devuelven las cuotas les cortan la electricidad. Y tienen un sistema de cobros del cien por ciento”.
 

GENERAR PROCESOS DE DESARROLLO

¿Cómo eligen a las comunidades? Todo parte de un esquema que de acuerdo con Izzo es el modelo de desarrollo sostenible.

“El punto de partida es una necesidad expresada directamente por la comunidad: es ella la que tiene que moverse porque es impulsada por una necesidad real y a partir de ahí encontrar actores que pueden canalizar recursos y energía de una forma organizada para resolver esa necesidad y a partir de esa necesidad generar un proceso de desarrollo”.

El fondo semilla de cada proyecto, de hasta 50,000 dólares, se obtiene a través del PPS.

Izzo afirma que esa es la garantía de que hay un dinero comprometido que sirve para pagar por lo menos la primera cuota del sistema de generación de energía, porque en algunos casos no es suficiente.

Las comunidades no tienen por qué ser las más pobres o alejadas. Lo importante es que sean grupos organizados y que estén dispuestos a asumir la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad del proyecto.

En ese aspecto, Guakía viene siendo el anillo para muchas entidades que desean  intervenir pero quieren la garantía de un proceso que alcance resultados e impactos significativos incluso para una intervención de pocos miles de dólares.

“Nosotros somos el enlace del trabajo directamente en el campo, para que ese dinero pueda llegar directamente a la comunidad. Somos el anillo de contacto y hemos logrado en muchos casos ser garantes para que las agencias pudieran dar dinero directamente al grupo local”.

A través de Wakía se canalizan recursos de instituciones públicas y privadas para proyectos que ejecutan las comunidades directamente.

“En los últimos cinco años hemos tenido una experiencia muy buena con la Fundación Interamericana, una entidad del Congreso de Estados Unidos que  increíblemente trabaja con un enfoque de empoderamiento local, y que nos ha financiado a través Wakía, en cinco años, como medio millón de dólares. Con ese fondo se ha logrado apoyar nueve micro hidroeléctricas”.

La fase de estudios en las comunidades que solicitan los proyectos, y que suele durar un año, la fundación la asume sin fondos.

¿DIFICULTADES? Para la consultora y docente universitaria, la principal dificultad que enfrentan en las comunidades no es una dificultad técnica, porque los proyectos técnicamente se ejecutan y son exitosos.

“Pero la sostenibilidad sí es una cuestión social: qué tan bueno eres para acompañar a la comunidad en superar sus barreras sociales. Y una de las barreras sociales principales es luchar en contra del paternalismo que, lamentablemente, es una herencia de años y años y no se puede pretender eliminar de un día para otro”.

Sostiene que todavía a nivel de comunidades y en términos de enfrentar la pobreza “estamos  trabajando con esquemas ‘balagueristas’, en términos de asistencialismo, de donación, que al final amarra a la gente y no le deja desarrollarse de una forma creativa como ciudadanos activos en el Estado”.


La  palabra Guakía significa ‘nosotros’ en lengua taína. La organización dominicana sin fines de lucro trabaja en todo el territorio de la República Dominicana y en la región fronteriza de Haití, «contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la población y promoviendo la sostenibilidad ambiental».

COMPROMISO

Cuando Izzo llegó desde Italia en 2006 para trabajar un año como voluntaria en los proyectos pilotos que Naciones Unidas implementaba en el área, solo había tres hidroeléctricas funcionando. La primera se construyó en 1997 en la comunidad El Limón de San José de Ocoa.

Veinte años después, 50 proyectos benefician a 70 comunidades locales y una haitiana.

“Al principio no había mucha claridad sobre el modelo ni teníamos mucha experiencia técnica en el desarrollo del proceso, pero a partir de ahí se logró establecer ese modelo que demuestra que el desarrollo no es una cuestión de un proyecto: es un proceso y requiere tiempo”, explica.

Una parte importante del programa es el establecimiento en la comunidad de un sistema de manejo de la hidroeléctrica autónomo, tanto técnico como administrativo.

“Ellos establecen un comité de administración de la hidroeléctrica y tienen que establecer su propio sistema de cobro. La lucha mayor es hacerle entender a la gente que tiene que pagar por el servicio de electricidad. Es una barrera a superar: la gente tiene más propensión a pagarle a una entidad externa, de la cual no sabe nada, que a fomentar un sistema colectivo común”.

Para Izzo, uno de los grandes beneficios de proyectos con este tipo de enfoque es que genera en la población beneficiaria un sentido de pertenencia y de cuidado de su territorio, pues todos entienden que la electricidad es un servicio que depende de la calidad de las fuentes de agua y de las cuencas.

“Uno de los compromisos que toman directamente con el programa es que tienen que reforestar por lo menos 500 tareas en las cuencas y luego, a partir de esas tareas, ellos siguen estableciendo brigadas de restauración y conservación y vigilancia de la cuenca. En algunos casos, como ocurrió en la zona de Arroyo Frío, en Jarabacoa, ellos han identificado áreas donde uno de los tutumpotes de ahí había hecho tumbas para poner fincas de ganado en la parte alta y lograron intervenir donde el Ministerio de Medio Ambiente no había podido. La comunidad se puso fuerte y lograron que las autoridades intervinieran porque la comunidad estaba exigiendo la protección de la cuenca; se logró evitar la tumba de más de 100 tareas de árboles”.

CONTINUIDAD  Y ENLACE

Como institución, Wakía Ambiente surgió en 2008 como soporte del PPS a nivel local, un acuerdo de colaboración que permite canalizar los fondos  para las comunidades.

“Surgió porque creemos que el modelo propuesto por el PPS funciona y es sostenible. Nos dijimos que tenemos que buscar un mecanismo para replicarlo y fortalecerlo, para que las acciones de ese tipo no dependan solo y exclusivamente de decisiones internacionales”.

Si el FMAM-GEF decide parar, dice Izzo, ¿el programa no va a seguir? “Si las acciones son positivas, lo ideal sería que más actores puedan seguir implementándola sin tener la exclusividad”.

El año pasado se creó la Red Dominicana para el Desarrollo Sostenible de las Energías Renovables (Redser) como una organización sin fines de lucro que reúne a las comunidades donde funcionan las microhidroeléctricas. Esta red se ha constituido ya como actor reconocido en la mesa de discusión energética nacional en representación de la perspectiva comunitaria, apunta Izzo.

La tecnología ha permitido reducir los tiempos de intervención en las comunidades más remotas. Los grupos de WhatsApp, por ejemplo, hacen más eficientes las consultas con los técnicos especializados. “Los técnicos comunitarios les mandan un video cuando tienen  un problema y a través del grupo les dicen lo que deben hacer”.


Capacitación. Durante la ejecución de los trabajos los comunitarios participan en talleres sobre temas ambientales, cambio climático y uso eficiente de la energía en los que se involucra a los jóvenes y estudiantes. ©Wakía Ambiente

“Nosotros los campesinos nos creemos brutos, pero cuando nos dan la confianza nos damos cuenta de que no es así”, le dijo a Izzo una vez Epifanio, líder de la comunidad El Higuito de San José de Ocoa.

“Eso fue para nosotros la expresión más alta de lo que significa trabajar para el desarrollo local, porque es empoderar a la gente y darte cuenta que el sistema no logras cambiarlo, pero a nivel local se puede generar transformación, puedes marcar la diferencia para un grupo de personas que después actúa de manera diferente”, sonríe Michela.

Actualmente el programa está seleccionando los proyectos de la nueva convocatoria. De 36 proyectos preseleccionados, se elegirán 24.  “También estamos brindando apoyo a otras cinco o seis comunidades para estudios de factibilidad aquí y en Haití”. En ejecución, entre el PPS y Guakía, hay unos 35 proyectos.

PERFIL.  Michela es licenciada en Ciencias Ambientales con maestría en Ingeniería del Viento. Para su doctorado en Medio Ambiente y Territorio trabajó la tesis “Análisis del clima y sus dinámicas en la República Dominicana e influencias sobre el territorio”. En el país, acompaña procesos de desarrollo con enfoque comunitario participativo, especialmente en el área de energías renovables.  


En la imagen, la bióloga dominicana Yvonne Arias, directora ejecutiva del Grupo Jaragua, y Michela Izzo (d) en el Encuentro Verde, una iniciativa del Listín Diario y la fundación Propagás coordinada por Arias creada para compartir temas ambientales con los lectores. ©Martín Rodríguez/LD